Artículo original: Temperature management after cardiac arrest: an
advisory statement by the Advanced Life Support Task Force of the International
Liaison Committee on Resuscitation and the American Heart Association Emergency
Cardiovascular Care Committee and the Council on Cardiopulmonary, Critical
Care, Perioperative and Resuscitation. Donnino MW, Andersen LW, Berg KM,
Reynolds JC, Nolan JP, Morley PT, Lang E, Cocchi MN, Xanthos T, Callaway CW,
Soar J, ILCOR ALS Task Force. Circulation 2015;132;
000-000.
DOI: 10.1161/CIR.0000000000000313; published online
October 4, 2015.
Resumen: Como consecuencia de los
últimos estudios aparecidos en la literatura científica en relación a la
temperatura óptima en el manejo de los pacientes recuperados de una parada
cardiaca, y con el fin de analizar el estado de la ciencia del denominado “Manejo
con Control de la Temperatura” (definido como un tratamiento activo para
conseguir y mantener una temperatura en un nivel específico durante un periodo
definido), el grupo de trabajo de soporte vital avanzado del ILCOR (Comité
Internacional de Unificación en Resucitación) ha llevado a cabo una revisión de
la evidencia y formulado, en un documento actualizado, su posición respecto a
este tema, realizando una revisión sistemática para intentar dar respuesta a
tres cuestiones:
1. ¿Debe
realizarse un manejo con control de la temperatura en los pacientes que
permanecen en coma tras la recuperación de la circulación espontánea (RCE)?
2. ¿Cuál
es el momento óptimo de inicio, si se realiza manejo con control de la
temperatura?
3. ¿Cuál
es la duración óptima, si se realiza manejo con control de la temperatura?
El grupo de trabajo
utilizó para responder estas preguntas el método PICO [Población, Intervención,
Comparación, Resultado (Outcome )], y llevó a cabo una extensa revisión de la
literatura. Tras la evaluación resumió la evidencia utilizando el sistema
GRADE. (Grading of Recomendations Assessment, Development and Evaluation). Finalmente,
ha elaborado un documento de consenso donde se presentaban las recomendaciones
al respecto, así como diversas cuestiones en aquellas áreas del conocimiento
que precisan nuevas investigaciones.
Recomendaciones:
1. Se
recomienda el manejo con control de la temperatura frente al manejo sin control
de la misma, en pacientes adultos con parada cardiaca extrahospitalaria (PCEH)
con un ritmo inicial desfibrilable que permanecen en coma tras la RCE (recomendación
fuerte, evidencia de baja calidad).
2. Se
sugiere el manejo con control de la temperatura en pacientes adultos con PCEH
con un ritmo inicial no desfibrilable que permanecen en coma tras la RCE
(recomendación débil, evidencia de baja calidad).
3. Se
sugiere el manejo con control de la temperatura en pacientes adultos con parada
cardiaca intrahospitalaria (PCIH), con cualquier tipo de ritmo inicial que
permanecen en coma tras la RCE (recomendación débil, evidencia de muy baja
calidad).
4. Se
recomienda seleccionar y mantener un objetivo de temperatura constante entre 32
y 36ºC, en aquellos pacientes en que se realice manejo con control de la
temperatura (recomendación fuerte, evidencia de calidad moderada).
5. No
se recomienda el uso rutinario de enfriamiento prehospitalario con infusión
rápida intravenosa de grandes volúmenes de fluidos fríos, inmediatamente tras
la RCE (recomendación fuerte, evidencia de calidad moderada).
6. Se
sugiere que si se realiza manejo con control de la temperatura, su duración
debe ser de al menos 24 h., tal como se aplicó en dos grandes ensayos clínicos
previos.
Cuestiones
que quedan pendientes:
1.¿Existen
subpoblaciones en las que la prevención agresiva de la fiebre en lugar de
manejo con control de la temperatura está justificada?
2.¿Existen
subpoblaciones en las que una temperatura de 32 a 34ºC es beneficiosa en
comparación con 36ºC?. Por ejemplo, ¿son los pacientes con mayor daño
neurológico los que más se benefician de una temperatura más baja?
3.¿Existen
subpoblaciones en las que una temperatura de 36ºC es beneficiosa en comparación
con 32-34ºC, como en aquellos pacientes con inestabilidad hemodinámica o
sangrado?
4.¿Es
de utilidad el enfriamiento intraparada o prehospitalario (entre 32 y 36ºC)
mediante sistemas diferentes a la infusión intravenosa rápida de grandes
volúmenes de fluidos fríos tras la RCE? ¿Podría esto ser de utilidad en
aquellos pacientes en los que el tiempo de traslado a un hospital es más
prolongado de lo habitual (p.ej. pacientes en áreas rurales)?
5.¿Cuál
es la duración ideal del manejo de control de la temperatura y de la prevención
de la fiebre?
6.¿Tiene
el manejo con control de la temperatura, incluyendo varios objetivos de
temperatura, efecto a largo plazo sobre los resultados neurocognitivos y
funcionales?
7.¿Tiene
la elección de la sedación algún impacto o influencia en los resultados,
particularmente con respecto a diferentes temperaturas?
8.¿Cuáles
son las razones de la discrepancia entre los datos en experimentos animales y
los estudios clínicos en humanos, de los efectos del manejo con control de la
temperatura?
Juan B. López Messa
Complejo Asistencial
Universitario de Palencia
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