Serie Web 2.0
Redes sociales
Las redes sociales pueden ser definidas como “estructuras sociales compuestas de grupos de personas, las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos” [1]. Tal como se detalló en un excelente artículo previo de esta serie [2] han tenido un uso eminentemente lúdico, pero bajo ellas subyace una tecnología y un conjunto de grupos humanos que con frecuencia las vienen utilizando con fines formativos y de docencia. La medicina no es una excepción en este caso.
En el presente artículo nos centraremos en el uso de las redes sociales como herramienta de la Web 2.0 en Medicina y comentaremos aspectos particulares del grupo de “Médicos Interesados en la Formación” (MIF), nacido en el seno de Facebook para poner en común las inquietudes médicas y humanísticas de un amplio grupo de profesionales.
Facebook nació en el contexto de una comunidad universitaria para pasar a ser, hoy día, la principal de las redes sociales de carácter generalista. Otras redes sociales de amplia difusión y carácter generalista son Twitter, Tuenti, hi5, Myspace, etc.
Existen redes sociales profesionales generales (como Linnked in) y otras específicas para personal bio-médico, de uso menos conocido y algo más complejo pero que reportan excelentes resultados. Entre estas últimas queremos destacar tan sólo algunas:
a. Biomedexperts: Básicamente es una plataforma de “networking” profesional que se rige por los principios de redes sociales utilizando como contactos a los co-autores de las diferentes publicaciones, permitiéndoles colaborar de un modo virtual. Esta plataforma es gratis y genera los perfiles a partir de PubMed una vez el usuario se da de alta en la web.
b. Hermes Cloud: Plataforma basada en la Web 2.0, con componentes compartidos con algunas de las redes sociales, dedicada a compartir conocimiento e inquietudes médicas. Destinada a médicos, docentes, investigadores y alumnos. Se trata de una iniciativa del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) de muy reciente creación.
c. Curetogether: En este caso son los usuarios quienes comparte su propia experiencia sobre la enfermedad y sus patologías, sintomatología, etc. Actualmente engloba a más de 3.000 personas.
El grupo MIF
El grupo MIF, cerrado y sin ánimo de lucro, nació en el seno de Facebook de una doble necesidad: de un lado la de compartir y discutir casos complejos o con interés formativo con los compañeros de profesión y, de otro, hacerlo en un espacio cerrado a los contactos generales, donde pudiera garantizarse la protección de datos de los pacientes y el establecimiento de unas normas de funcionamiento que debieran ser acatadas por todos los miembros del mismo.
El grupo se fundamentó sobre una temática científico-técnica y de interés general para médicos, al tiempo que se incluyeron contenidos humanísticos en sus más diferentes acepciones.
Parece inevitable que los profesionales de la medicina tengamos repletas las listas de contactos de nuestra red social habitual de compañeros de profesión. Más inevitable aún es resistirse a la tentación de comentar con ellos en la propia red algún caso clínico interesante, un diagnóstico diferencial que se nos resiste, una imagen diagnóstica compleja o curiosa, etc...
Tres administradores, aficionados a las nuevas tecnologías y con una supuesta capacidad para moderar un grupo, empezamos así la andadura del MIF: 6 miembros la primera hora, 30 miembros a la mañana siguiente y unos 230 al cabo de un mes. Todo ello a partir de un primer caso clínico subido al grupo, una imagen radiológica de un síndrome de Chilaiditi visto en urgencias. Este tipo de crecimiento exponencial de los contactos en los grupos sociales fue propuesto en 1930 por el escritor húngaro Frigyes Karinth y devino en el acuñamiento del concepto “teoría de los seis grados de separación”, según la cual casi todo el mundo y a través de seis contactos por persona, podría llegar a estar conectado con la casi totalidad del planeta. Es obvio que el grupo no ha alcanzado tan increíbles dimensiones, pero sí ha tenido un crecimiento notable durante su andadura y ha llegado a cotas de calidad en el diagnóstico diferencial que creemos estimables.
El crecimiento en el número de miembros fue exponencial, si bien desde el principio esperábamos la fase de “defervescencia” y estabilización que ahora parece conseguida en torno a la citada cifra. El primer paso fue establecer unas normas de funcionamiento del grupo que debían ser acatadas por los miembros que quisieran pertenecer a él y al tiempo sirvieran a los administradores de amparo caso de necesitar amonestar e incluso excluir a alguien de dicho foro. Dichas normas fueron consensuadas por los tres administradores, aunque el grueso de la carga de trabajo en cuanto a redacción y concepción recayó sobre el Dr. Serrano.
Entre los requisitos a destacar para formar parte del grupo, además de estar dado de alta en la red social Facebook, era preciso ser personal sanitario (médicos en su mayoría, estudiantes de medicina en los últimos años y personal de enfermería). Se solicitó el aval (a través del sistema de mensajería inserto en la página) del miembro que agregaba a cada nuevo contacto, a modo de certificación de que se trataba efectivamente de personal sanitario, tanto en cuanto el grupo se había diseñado para ellos y no para pacientes. Se insistió mediante post periódicos, además de en la normativa citada, que todos los miembros habían de velar por una exquisita protección de los datos y salvaguardar la intimidad de los casos planteados.
Posteriormente la cadena social se extendió como un reguero, añadiendo cada uno de los profesionales a aquellos médicos de entre sus contactos que pudieran estar interesados; en otros casos algunos nos atrevimos a enviar invitaciones personalizadas por correo electrónico a personas de reconocido prestigio en el mapa de la medicina española: en todos los casos obtuvimos la aceptación por respuesta y nos complació confirmar de nuevo que personas eminentes del mundo de la medicina, cuando son abordadas de modo sincero y educado, no dejan de responder al llamamiento.
El desarrollo del grupo se basó inicialmente en la exposición de casos clínicos que eran sometidos al diagnóstico diferencial de los miembros. Auxiliados por la facilidad para subir imágenes y crear formatos tipo álbum en este tipo de red, se conformaron hilos de diagnóstico diferencial con un breve resumen del caso, imágenes (radiología convencional, neuroimagen, ecografía, etc.) y al presentador del caso como moderador del mismo. Los hilos llegaron a extenderse hasta alcanzar más del centenar de respuestas en muchos de los casos; este fenómeno fue especialmente relevante en el caso de neurólogos y neurocirujanos, quienes migraron –no sabemos si transitoria o definitivamente- de las listas de distribución clásicas basadas en correo electrónico a esta nueva aplicación más ágil y con una iconografía implementable y modificable de modo instantáneo.
Uno de los sucesos que más nos sorprendió fue la participación de médicos especialistas en áreas muy distintas a las nativas. De este modo no fue raro desde el principio encontrar psiquiatras discutiendo con cardiólogos un electrocardiograma, neurólogos haciendo diferenciales en cuadros abdominales… y sin pudor alguno: el efecto desinhibidor de la red social se estaba aprovechando en beneficio del aprendizaje multidisciplinar y la timidez que nos aborda en el pasillo del hospital al afrontar un tema de otra especialidad se perdió para retornar en forma de educado atrevimiento.
No todos los post del foro han sido exclusivamente médicos. Desde el inicio del mismo se creó como un grupo dedicado a la medicina y humanidades, de tal modo que fueron frecuentes los hilos sobre las patologías que podían estar recogidas en una u otra pintura o escultura, en unos párrafos de una obra literaria consagrada o en un mural. Colecciones de retratos de literatos o músicos famosos unidos por una patología común que había que descubrir, el fresco “El milagro de las cadenas” de Giovanni B. Parodi como inicio de un hilo que acabó concluyendo que la figura poseída presentaba la pose típica de una crisis parcial, y tantos otros casos de humanidades confluyendo con la medicina siendo comentados sin pudor, pero con educación y humildad por los profesionales más variados.
Tras la primera fase de andadura del MIF sobrevinieron los primeros e inevitables problemas. En grupos humanos tan heterogéneos es inevitable que alguno de sus miembros publique post no apropiados, en nuestro caso se trató de alguna cuña política que provocó conflictos por diferencias de opinión con otros miembros del grupo. Pese a que las normas establecidas en los primeros días de la formación del grupo indicaban claramente que los temas políticos debían evitarse y remarcaban la idea de grupo fundado con un ideario médico-humanístico, fue difícil controlar esta situación por la resistencia de alguno de los integrantes. El asunto se solventó finalmente, si bien los administradores iniciales y algo necesitados de “relevo” pasamos a ser miembros ordinarios del MIF al tiempo que otros compañeros se encargaban de la tarea de administración-moderación del grupo.
La moderación y administración de un grupo donde se publica información crítica y sensible exige que al menos uno de los administradores revise todos los post e iconografía en busca de datos que puedan revelar la identidad de paciente, se moderen aspectos relacionados con conductas éticas dudosas e incluso se medie cuando se producen conflictos que conciernan a varios servicios cuando los casos son, como suele ser, reales. La politización de determinadas entradas puede desvirtuar con extrema facilidad el ideario con que ha sido concebido el grupo y si bien puede esgrimirse el argumento, en nuestra opinión excesivamente simplista, de que la política forma parte de las humanidades, en nuestra opinión es un elemento disgregador y que altera el buen funcionamiento cuando los objetivos iniciales son muy distintos a éste.
En nuestra experiencia, pasamos a exponer las ventajas y desventajas de las redes sociales en medicina (tanto de grupos específicos dentro de redes generales o de redes técnicas especializadas). También citaremos los mismos factores desde la perspectiva del administrador de las mismas.
Ventajas
Juan Manuel García Torrecillas. Médico de Familia, Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias
Pedro J. Serrano Castro. Unidad de Neurología y Neurofisiología.
Presentación Ataz López. Unidad de Salud Mental. Jefatura de Estudios.
Complejo Hospitalario Torrecárdenas, Almería.
© REMI. http://medicina-intensiva.com, Noviembre 2011.
Enlaces y bibliografía:
Redes sociales
Las redes sociales pueden ser definidas como “estructuras sociales compuestas de grupos de personas, las cuales están conectadas por uno o varios tipos de relaciones, tales como amistad, parentesco, intereses comunes o que comparten conocimientos” [1]. Tal como se detalló en un excelente artículo previo de esta serie [2] han tenido un uso eminentemente lúdico, pero bajo ellas subyace una tecnología y un conjunto de grupos humanos que con frecuencia las vienen utilizando con fines formativos y de docencia. La medicina no es una excepción en este caso.
En el presente artículo nos centraremos en el uso de las redes sociales como herramienta de la Web 2.0 en Medicina y comentaremos aspectos particulares del grupo de “Médicos Interesados en la Formación” (MIF), nacido en el seno de Facebook para poner en común las inquietudes médicas y humanísticas de un amplio grupo de profesionales.
Facebook nació en el contexto de una comunidad universitaria para pasar a ser, hoy día, la principal de las redes sociales de carácter generalista. Otras redes sociales de amplia difusión y carácter generalista son Twitter, Tuenti, hi5, Myspace, etc.
Existen redes sociales profesionales generales (como Linnked in) y otras específicas para personal bio-médico, de uso menos conocido y algo más complejo pero que reportan excelentes resultados. Entre estas últimas queremos destacar tan sólo algunas:
a. Biomedexperts: Básicamente es una plataforma de “networking” profesional que se rige por los principios de redes sociales utilizando como contactos a los co-autores de las diferentes publicaciones, permitiéndoles colaborar de un modo virtual. Esta plataforma es gratis y genera los perfiles a partir de PubMed una vez el usuario se da de alta en la web.
b. Hermes Cloud: Plataforma basada en la Web 2.0, con componentes compartidos con algunas de las redes sociales, dedicada a compartir conocimiento e inquietudes médicas. Destinada a médicos, docentes, investigadores y alumnos. Se trata de una iniciativa del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) de muy reciente creación.
c. Curetogether: En este caso son los usuarios quienes comparte su propia experiencia sobre la enfermedad y sus patologías, sintomatología, etc. Actualmente engloba a más de 3.000 personas.
El grupo MIF
El grupo MIF, cerrado y sin ánimo de lucro, nació en el seno de Facebook de una doble necesidad: de un lado la de compartir y discutir casos complejos o con interés formativo con los compañeros de profesión y, de otro, hacerlo en un espacio cerrado a los contactos generales, donde pudiera garantizarse la protección de datos de los pacientes y el establecimiento de unas normas de funcionamiento que debieran ser acatadas por todos los miembros del mismo.
El grupo se fundamentó sobre una temática científico-técnica y de interés general para médicos, al tiempo que se incluyeron contenidos humanísticos en sus más diferentes acepciones.
Parece inevitable que los profesionales de la medicina tengamos repletas las listas de contactos de nuestra red social habitual de compañeros de profesión. Más inevitable aún es resistirse a la tentación de comentar con ellos en la propia red algún caso clínico interesante, un diagnóstico diferencial que se nos resiste, una imagen diagnóstica compleja o curiosa, etc...
Tres administradores, aficionados a las nuevas tecnologías y con una supuesta capacidad para moderar un grupo, empezamos así la andadura del MIF: 6 miembros la primera hora, 30 miembros a la mañana siguiente y unos 230 al cabo de un mes. Todo ello a partir de un primer caso clínico subido al grupo, una imagen radiológica de un síndrome de Chilaiditi visto en urgencias. Este tipo de crecimiento exponencial de los contactos en los grupos sociales fue propuesto en 1930 por el escritor húngaro Frigyes Karinth y devino en el acuñamiento del concepto “teoría de los seis grados de separación”, según la cual casi todo el mundo y a través de seis contactos por persona, podría llegar a estar conectado con la casi totalidad del planeta. Es obvio que el grupo no ha alcanzado tan increíbles dimensiones, pero sí ha tenido un crecimiento notable durante su andadura y ha llegado a cotas de calidad en el diagnóstico diferencial que creemos estimables.
El crecimiento en el número de miembros fue exponencial, si bien desde el principio esperábamos la fase de “defervescencia” y estabilización que ahora parece conseguida en torno a la citada cifra. El primer paso fue establecer unas normas de funcionamiento del grupo que debían ser acatadas por los miembros que quisieran pertenecer a él y al tiempo sirvieran a los administradores de amparo caso de necesitar amonestar e incluso excluir a alguien de dicho foro. Dichas normas fueron consensuadas por los tres administradores, aunque el grueso de la carga de trabajo en cuanto a redacción y concepción recayó sobre el Dr. Serrano.
Entre los requisitos a destacar para formar parte del grupo, además de estar dado de alta en la red social Facebook, era preciso ser personal sanitario (médicos en su mayoría, estudiantes de medicina en los últimos años y personal de enfermería). Se solicitó el aval (a través del sistema de mensajería inserto en la página) del miembro que agregaba a cada nuevo contacto, a modo de certificación de que se trataba efectivamente de personal sanitario, tanto en cuanto el grupo se había diseñado para ellos y no para pacientes. Se insistió mediante post periódicos, además de en la normativa citada, que todos los miembros habían de velar por una exquisita protección de los datos y salvaguardar la intimidad de los casos planteados.
Posteriormente la cadena social se extendió como un reguero, añadiendo cada uno de los profesionales a aquellos médicos de entre sus contactos que pudieran estar interesados; en otros casos algunos nos atrevimos a enviar invitaciones personalizadas por correo electrónico a personas de reconocido prestigio en el mapa de la medicina española: en todos los casos obtuvimos la aceptación por respuesta y nos complació confirmar de nuevo que personas eminentes del mundo de la medicina, cuando son abordadas de modo sincero y educado, no dejan de responder al llamamiento.
El desarrollo del grupo se basó inicialmente en la exposición de casos clínicos que eran sometidos al diagnóstico diferencial de los miembros. Auxiliados por la facilidad para subir imágenes y crear formatos tipo álbum en este tipo de red, se conformaron hilos de diagnóstico diferencial con un breve resumen del caso, imágenes (radiología convencional, neuroimagen, ecografía, etc.) y al presentador del caso como moderador del mismo. Los hilos llegaron a extenderse hasta alcanzar más del centenar de respuestas en muchos de los casos; este fenómeno fue especialmente relevante en el caso de neurólogos y neurocirujanos, quienes migraron –no sabemos si transitoria o definitivamente- de las listas de distribución clásicas basadas en correo electrónico a esta nueva aplicación más ágil y con una iconografía implementable y modificable de modo instantáneo.
Uno de los sucesos que más nos sorprendió fue la participación de médicos especialistas en áreas muy distintas a las nativas. De este modo no fue raro desde el principio encontrar psiquiatras discutiendo con cardiólogos un electrocardiograma, neurólogos haciendo diferenciales en cuadros abdominales… y sin pudor alguno: el efecto desinhibidor de la red social se estaba aprovechando en beneficio del aprendizaje multidisciplinar y la timidez que nos aborda en el pasillo del hospital al afrontar un tema de otra especialidad se perdió para retornar en forma de educado atrevimiento.
No todos los post del foro han sido exclusivamente médicos. Desde el inicio del mismo se creó como un grupo dedicado a la medicina y humanidades, de tal modo que fueron frecuentes los hilos sobre las patologías que podían estar recogidas en una u otra pintura o escultura, en unos párrafos de una obra literaria consagrada o en un mural. Colecciones de retratos de literatos o músicos famosos unidos por una patología común que había que descubrir, el fresco “El milagro de las cadenas” de Giovanni B. Parodi como inicio de un hilo que acabó concluyendo que la figura poseída presentaba la pose típica de una crisis parcial, y tantos otros casos de humanidades confluyendo con la medicina siendo comentados sin pudor, pero con educación y humildad por los profesionales más variados.
Tras la primera fase de andadura del MIF sobrevinieron los primeros e inevitables problemas. En grupos humanos tan heterogéneos es inevitable que alguno de sus miembros publique post no apropiados, en nuestro caso se trató de alguna cuña política que provocó conflictos por diferencias de opinión con otros miembros del grupo. Pese a que las normas establecidas en los primeros días de la formación del grupo indicaban claramente que los temas políticos debían evitarse y remarcaban la idea de grupo fundado con un ideario médico-humanístico, fue difícil controlar esta situación por la resistencia de alguno de los integrantes. El asunto se solventó finalmente, si bien los administradores iniciales y algo necesitados de “relevo” pasamos a ser miembros ordinarios del MIF al tiempo que otros compañeros se encargaban de la tarea de administración-moderación del grupo.
La moderación y administración de un grupo donde se publica información crítica y sensible exige que al menos uno de los administradores revise todos los post e iconografía en busca de datos que puedan revelar la identidad de paciente, se moderen aspectos relacionados con conductas éticas dudosas e incluso se medie cuando se producen conflictos que conciernan a varios servicios cuando los casos son, como suele ser, reales. La politización de determinadas entradas puede desvirtuar con extrema facilidad el ideario con que ha sido concebido el grupo y si bien puede esgrimirse el argumento, en nuestra opinión excesivamente simplista, de que la política forma parte de las humanidades, en nuestra opinión es un elemento disgregador y que altera el buen funcionamiento cuando los objetivos iniciales son muy distintos a éste.
En nuestra experiencia, pasamos a exponer las ventajas y desventajas de las redes sociales en medicina (tanto de grupos específicos dentro de redes generales o de redes técnicas especializadas). También citaremos los mismos factores desde la perspectiva del administrador de las mismas.
Ventajas
- Fáciles de usar y gratuitas (todos: administrador y miembros)
- Pueden tener más de un administrador
- Integrantes de amplio espectro de edad (todos)
- Actualización permanente e inmediata (todos)
- Creación de grupos específicos para la investigación y docencia (todos)
- Expansión de la comunicación a nivel nacional y mundial (todos)
- Trabajo importante para evitar el vandalismo (administradores)
- Vigilancia y carga de trabajo en protección de datos e intimidad de casos (administradores)
- Filtro de entradas: precisa vigilancia casi continua y supone carga de trabajo (administradores)
- Mantenimiento del anonimato y protección de los pacientes (administradores)
- Repercusiones legales por el mal uso de material sensible (Ley de Protección de Datos) [3].
- Desavenencias personales cuando se exponen casos conflictivos o con desacuerdos en diagnóstico/actuación que afectan al personal implicado si éste es miembro del grupo
- Agotamiento de los administradores
- Afectación en sentido negativo de relaciones personales por desavenencias en el foro: raro pero posible (todos)
Juan Manuel García Torrecillas. Médico de Familia, Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias
Pedro J. Serrano Castro. Unidad de Neurología y Neurofisiología.
Presentación Ataz López. Unidad de Salud Mental. Jefatura de Estudios.
Complejo Hospitalario Torrecárdenas, Almería.
© REMI. http://medicina-intensiva.com, Noviembre 2011.
Enlaces y bibliografía:
- Red social - Wikipedia, la enciclopedia libre [Internet]. [citado 2011 Nov 5]; Available from: http://es.wikipedia.org/wiki/Redes_sociales.
- REMI: REMI A131. El intensivista y las redes sociales (primera parte) [Internet]. [citado 2011 Nov 5]; Available from: http://www.medicina-intensiva.com/2011/08/remi-a131-el-intensivista-y-las-redes.html.
- Ley de protección de datos - LOPD [Internet]. [citado 2011 Nov 9]; Available from: http://www.leyprotecciondatoslopd.com/.
- Ramón y Cajal S. Los tónicos de la voluntad. Reglas y consejos sobre investigación científica. Madrid: Gadir Editorial; 2005.
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