Artículo original: Anesthesia and analgesia protocol during therapeutic hypothermia after cardiac arrest: a systematic review. Chamorro C, Borrallo JM, Romera MA, Silva JA, Balandin B. Anesthesia and Analgesia 2010; 110(5): 1328-1335. [Resumen] [Artículos relacionados]
Introducción: La aplicación de hipotermia moderada mejora la supervivencia y la recuperación cerebral de los pacientes que han sufrido una parada cardiaca [1]. Durante las horas que el paciente se mantiene bajo el tratamiento es imperativo un ajuste exquisito de la sedoanalgesia, pero no existen recomendaciones específicas para esta situación en las guías de práctica clínica, a pesar de que los fármacos sedoanalgésicos y las técnicas de monitorización presentan peculiaridades importantes durante la hipotermia.
Resumen: Los autores realizan una revisión sistemática de la literatura buscando artículos que describieran el protocolo de sedación utilizado en pacientes tratados con hipotermia terapéutica tras sufrir una parada cardiaca. Encuentran 44 artículos, que describen los protocolos empleados en 68 UCI de 35 países, con un total de 1.892 pacientes incluidos. El sedante más utilizado fue el midazolam, en una dosis de hasta 0,3 mg/kg/h, seguido del propofol, en dosis de hasta 6 mg/kg/h. El 26% de las UCI no emplearon ningún fármaco analgésico. El opiáceo más empleado fue el fentanilo, en dosis de hasta 10 mcg/kg/h. Se utilizaron bloqueantes neuromusculares para prevenir la actividad muscular en 54 UCI, y para tratarla en 8. El BNM más usado fue el pancuronio, seguido del cisatracurio. En 4 UCI se utilizó monitorización del "tren de cuatro", y solo en 3 UCI se llevó a cabo monitorización continua de la actividad cerebral (EEG 2, BIS 1). Los autores proponen y describen un protocolo de sedoanalgesia (basado en remifentanilo con o sin propofol) y bloqueo neuromucuscular (cisatracurio) con monitorización de BIS.
Comentario: Esta revisión sistemática pone en evidencia que existe una gran variabilidad en la práctica de la sedoanalgesia de los pacientes tratados con hipotermia terapéutica, y que son frecuentes los protocolos con pautas de dosificación y procedimientos poco recomendables a la luz del conocimiento actual. Como señalan los autores, el protocolo que ellos presentan es una propuesta basada en la mejor evidencia disponible, cuya efectividad comparativa no ha sido probada en ensayos clínicos. En particular el BIS, aunque potencialmente útil para ajustar la sedoanalgesia en pacientes que reciben BNM, no es una técnica tan fiable como el EEG para detectar actividad epiléptica subclínica [2], frecuente en pacientes con encefalopatía anóxica.
Eduardo Palencia Herrejón
Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid
© REMI, http://medicina-intensiva.com. Septiembre 2011.
Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid
© REMI, http://medicina-intensiva.com. Septiembre 2011.
Enlaces:
- Manejo del síndrome posparada cardiaca. Martín-Hernández H, López-Messa JB, Pérez-Vela JL, Molina-Latorre R, Cárdenas-Cruz A, Lesmes-Serrano A, Alvarez-Fernández JA, Fonseca-San Miguel F, Tamayo-Lomas LM, Herrero-Ansola YP; miembros del Comité Directivo del Plan Nacional de RCP de la SEMICYUC. Med Intensiva 2010; 34(2): 107-126. [PubMed]
- Can BIS monitoring be used to assess the depth of propofol anesthesia in the treatment of refractory status epilepticus? Musialowicz T, Mervaala E, Kälviäinen R, Uusaro A, Ruokonen E, Parviainen I. Epilepsia 2010; 51(8): 1580-1586. [PubMed]
Búsqueda en PubMed:
- Enunciado: Sedación para la hipotermia terapéutica tras la parada cardiaca
- Sintaxis: Hypnotics and Sedatives[mh] AND therapeutic hypothermia AND cardiac arrest
- [Resultados]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se ruega que los autores de los comentarios se identifiquen (nombre, apellidos, lugar de trabajo)